Aurich goleó 3-0 a Alianza Atlético, salió de la zona del descenso y podría salvar la categoría


Tuviste que nacer aquí, mi querido Pizarrito. Tu corazón chiclayano no podía traicionarte y con tus goles nos diste la alegría que todo Chiclayo esperaba recibir. Gracias a ti esta goleada sobre el Alianza Atlético (3-0) nos da las esperanzas de seguir con vida en el fútbol profesional.

Y fuiste tú, mi estimado Fernando García, el que leyó ese enorme cartel: ¡Aurich no baja, carajo! en la popular Norte para inspirarte a los 13' de iniciado el cotejo y realizar una acrobacia, mitad chalaca-mitad tijera que decretó el camino hacia la salvación.

Y fuiste tú el gestor de que Sullana se quedara con 10 hombres antes del descanso, ya que César Doy te quiso bajar a la mala -porque no pudo a las buenas- y se hizo acreedor a la cartulina roja. E incluso te ahogaron un grito de gol cuando el juez Buckley te anuló una anotación.

Gracias Pizarrito. Por darnos fe a los chiclayanos al mostrarnos la frase: Cristo vive impregnada en tu pecho luego de anotar el segundo de la tarde a los 27' de la complementaria.

Y aún tuviste tiempo para pasarle la racha de goleador a tu compañero Edison Chará, quien decretó la goleada sobre los sullanenses, tras una excelente jugada individual, donde deja hasta tres rivales en camino.

Ahora el Ciclón depende de sí mismo, pues dejamos el penúltimo lugar del acumulado. Un triunfo en Trujillo ante Vallejo en la siguiente fecha nos daría la tranquilidad de quedarnos en Primera. Por eso: Gracias, Pizarrito.

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